Vino de Ribera del Duero

La tierra de los grandes tintos de guarda

Vinos con una gran concentración de fruta, taninos dulces y mucho color. Vinos tan contundentes como elegantes, que en poco tiempo han convertido esta denominación en un referente de calidad mundial.

La DO Ribera del Duero es una zona esencialmente de vinos tintos, elaborados mayoritariamente con tinta del país o tinta fina, como se conoce localmente la tempranillo, una variedad cuya fruta adquiere aquí un carácter más cercano a la ciruela que a las bayas rojas, más propias de los tempranillos riojanos. Pesquera, Emilio Moro, Aalto, Protos, Matarromera o Pago de Carraovejas son algunas de las bodegas más destacadas de la famosa Milla de Oro ribereña, donde se concentra la mayoría de los mejores productores de la denominación y el hogar de algunos de los más codiciados y cotizados vinos de España y del mundo: Pingus y Vega Sicilia.

En añadas tan excelentes como han sido hasta hoy las de 1995, 1996, 1999, 2001, 2004, 2009, 2010, 2011, 2015 o 2019, esta tierra nos ha ofrecido verdaderas joyas, vinos de una gran finura que todavía hoy podemos encontrar y disfrutar en bodegas como Matarromera o Vega Sicilia, y algún vino mítico, como el Pingus 2004, merecedor de los 100 puntos Parker.

¿Por dónde empezar?

Si dispone de un presupuesto modesto y no sabe por dónde empezar, le recomendamos iniciarse con los vinos de entrada de aquellas bodegas consolidadas que cuentan con otros vinos de gama superior y cuyo sello es toda una garantía de calidad. Sería el caso del Pruno de Finca Villacreces, el Resalso de Emilio Moro o el Roble de Pago de los Capellanes, vinos con una excelente relación calidad-precio que combinan la fruta de las cepas más jóvenes con el equilibrio de unas crianzas cortas o moderadas.

Si su apuesta es clásica, los vinos de bodegas tan conocidas como Protos, Pesquera, Viña Pedrosa o Matarromera son los nombres a añadir a su carrito a la hora de comprar.

Otra opción es recorrer la zona siguiendo la huella personal de algunos nombres propios, ampliamente conocidos como Carmelo Rodero, Juan Carlos Vizcarra o Jesús Sastre, y elegir entre sus vinos de gama tradicional o entre sus vinos de parcela, o ampliar el horizonte y descubrir otros riberas más personales, elaborados por viticultores que buscan un perfil de vino más fresco, con una graduación menor y menos presencia de madera; como ejemplo pondríamos los de Goyo García Viadero, Jorge Monzón (Dominio del Àguila) o Germán Blanco (Quinta Milú), algunos de ellos con uvas blancas en la mezcla, vinificación en ánfora o crianza en maderas viejas.

Con el paladar experimentado, será el momento de regalarse una buena botella de alguno de los indispensables: Aalto, El Nogal, Malleolus, Hacienda Monasterio, Dominio de Atauta, PSI, Alión o Flor de Pingus, hasta donde le permita el bolsillo.

Y el siguiente paso o en su camino de aprendizaje: visite la región, conozca la diversidad de terruños y altitudes de los distintos pueblos que, a lo largo del río Duero, se encuentran situados principalmente en las provincias de Burgos y Valladolid pero también en Segovia y Soria, conozca a sus gentes y disfrute de todos estos vinos en una buena mesa con la magnífica gastronomía del lugar.

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